Una gran parte del trabajo de Elizabeth House es alentar a los estudiantes a completar la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes, o FAFSA, por sus siglas en inglés.
La FAFSA es clave para obtener ayuda financiera como las Becas Pell y los préstamos respaldados por el gobierno federal, pero los padres deben proporcionar sus números de Seguro Social o colocar nueve ceros si no tienen uno.
Traducción por César Segovia.
Para los estudiantes que tienen familiares sin los documentos de inmigración adecuados, completar el formulario se ha visto durante mucho tiempo como una forma riesgosa de llamar la atención sobre el estatus de su familia. Sin embargo, House insta a los estudiantes a dar ese paso y completar la FAFSA de todos modos.
“Los alentamos a que no detengan sus planes futuros por tener miedo de ser indocumentados”, dijo House, quien es la directora de servicios de asesoramiento escolar en las Escuelas del Condado de Greenville en Carolina del Sur.
Pero algunos grupos de asesoramiento universitario están adoptando a regañadientes una postura diferente. El presidente electo Donald Trump ha dicho que quiere deportar a millones de inmigrantes que se encuentran en el país ilegalmente y poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento, y están advirtiendo a los estudiantes que llenan el formulario por primera vez que lo piensen dos veces antes de hacerlo si tienen familiares que no tienen la documentación adecuada.
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En noviembre, la Red Nacional de Logros Universitarios (NCAN, por sus siglas en inglés) compartió una guía sin precedentes que advierte a los estudiantes con familiares cuyo estatus migratorio es cuestionable sobre la necesidad de llenar la solicitud de ayuda financiera federal. La declaración decía que no podía garantizar que los datos que los estudiantes y los padres envían en la FAFSA siguieran estando protegidos a la luz de las declaraciones públicas y las prioridades de la administración entrante.
“Aunque la Ley de Educación Superior prohíbe el uso de datos para cualquier propósito que no sea determinar y otorgar asistencia financiera federal, en este momento la NCAN no puede asegurar a los estudiantes y familias de estatus mixto que los datos enviados al Departamento de Educación de los EE.UU. —como parte del proceso de la FAFSA— seguirán estando protegidos”, dijo la organización en su guía.
A los consejeros como House les preocupa que estos mensajes socaven la confianza que las escuelas han construido con las familias inmigrantes para que los estudiantes ingresen a la universidad.
“Incluso un solo estudiante que no lo complete es un impacto negativo”, dijo.
Los estudiantes que no están autorizados a estar en el país no son elegibles para la ayuda federal, pero la FAFSA se usa ampliamente como una vía para otros tipos de becas. Los consejeros de la escuela secundaria y los asesores universitarios han alentado a estos estudiantes a completar el formulario porque algunas universidades ofrecen becas independientemente del estado de ciudadanía.
Los datos de la FAFSA están protegidos por la Ley de Educación Superior y la Ley de Privacidad de 1974. No existe ningún acuerdo que permita que los datos recopilados en el formulario de ayuda financiera se utilicen para la aplicación de la ley de inmigración. En una llamada de prensa el otoño pasado para responder preguntas sobre el lanzamiento de la FAFSA en línea, los funcionarios de la administración del Departamento de Educación dijeron que el presidente Joe Biden ha priorizado la protección de la privacidad de los estudiantes y las familias.
“No podemos hablar por los futuros responsables de las políticas, y los estudiantes y las familias deben considerar esta información y tomar las decisiones que sean adecuadas para ellos”, dijo un alto funcionario del Departamento de Educación.
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Algunos grupos como Matriculate, una organización con sede en Nueva York que junta a alumnos de alto rendimiento y de bajos ingresos con mentores universitarios para guiarlos en su camino hacia la universidad, están compartiendo el mensaje de NCAN con los consejeros o directamente con los estudiantes.
“Es información a la que creemos que nuestros estudiantes necesitan tener acceso”, dijo Bryan Contreras, director gerente de programas, asociaciones y crecimiento en Matriculate.
Otros están ofreciendo consejos diferentes. ImmSchools, una organización sin fines de lucro con sede en Dallas que trabaja con escuelas para mejorar los resultados de los estudiantes inmigrantes, está alentando a los estudiantes a completar la versión en papel del formulario FAFSA en lugar de la solicitud en línea. En la versión en papel, los estudiantes no tienen que responder directamente si tienen o no un número de Seguro Social, aunque aún tienen que poner algo en el espacio para el número real.
“Los temores se intensifican y con razón”, dijo Astou Thiane, director de políticas en ImmSchools. “Tenemos una administración que ha dicho públicamente que aplicará una política de deportaciones masivas contra las comunidades indocumentadas e inmigrantes. Creo que eso tendrá efectos de largo alcance sobre los inmigrantes, punto”.
Trump ha sido coherente en su intención de llevar a cabo deportaciones masivas, pero ha enviado mensajes contradictorios sobre lo que implican esos planes. Ha dicho que trabajaría con los demócratas en una solución que permita a los “Dreamers” —estudiantes traídos a los Estados Unidos ilegalmente cuando eran jóvenes— permanecer en el país. Pero funcionarios de la administración entrante también han dicho que una opción para evitar la separación de familias con una mezcla de ciudadanos y personas no autorizadas a estar en el país es deportar a todos “juntos”.
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La Asociación Nacional para la Asesoría de Admisión Universitaria, o NACAC por sus siglas en inglés —cuyos 28.000 miembros incluyen consejeros de escuelas secundarias y asesores universitarios— está sopesando los riesgos. Las preocupaciones sobre completar la FAFSA no son nuevas para los estudiantes y las familias con un estatus migratorio cuestionable, dijo David Hawkins, director de educación y políticas de NACAC, pero las amenazas de deportación masiva han intensificado los temores de que la aplicación de la ley de inmigración encuentre una manera de usar los datos de la FAFSA, aunque se supone que están protegidos.
“No podemos garantizar que la futura administración pueda o no usar esta información, pero no queremos avivar los temores cuando todavía no hay nada sobre la mesa que sugiera que esta información se usará para algo más que la ayuda financiera”, dijo Hawkins.
En definitiva, House cree que advertir a los estudiantes que no completen la FAFSA hará más daño que bien. Los consejeros escolares de Greenville seguirán recomendando a los estudiantes que la completen, independientemente de su estatus de ciudadanía, y los conectarán con escuelas que ofrezcan becas para las que puedan calificar.
“Nos encantaría que cada organización fuera alentadora y solidaria —en ayudarnos a encontrar recursos para todos nuestros estudiantes”, dijo House.
Contacta con Ariel Gilreath al 212-678-3639 o gilreath@hechingerreport.org.
Este artículo sobre ayuda financiera fue producido por The Hechinger Report, una organización de noticias independiente sin fines de lucro centrada en la desigualdad y la innovación en la educación. Suscríbete a nuestro boletín.
